martes, 2 de noviembre de 2010

Evolución motora.

29-30 de julio de 2010

Primer día en el gimnasio del centro.
A las 12.30 horas gimnasia general de mantenimiento de un nivel muy leve, la mitad del tiempo sentados, subir y bajar los brazos, movimientos de cabeza, subir y bajar las piernas, giros de tobillo y muñecas, todo suave pero es más que nada.

Después una rato personalizado. Aguanto 2 minutos a 0,8 km/h en la cinta.

Mi velocidad a paso normal antes de todo esto, calculada sobre tiempo empleado en recorrer una determinada distancia, era de 4 Km/h.

Sandra dice que no me preocupe, que todos empiezan así y luego van subiendo la velocidad y el tiempo poco a poco.
Sandra es la fisioterapeuta que me han asignado, una chica muy joven con la que en seguida he congeniado (en esos dos minutos casi casi nos hemos contado nuestras vidas). Ella también escribe y también lleva un blog al cual, por cierto, no he logrado acceder.


29 SPTBE 2010

A finales de octubre me darán el informe por escrito de mi evolución neuro-psicológica. Ayer lo hablé con el neuro-psicólogo y de forma verbal me dijo que evoluciono muy bien (esto es el resumen, para curiosos lo tengo en apuntes). Tenemos que seguir trabajando memoria y no recuerdo qué más, él dice que se hace siempre (lo de trabajar memoria).

Respecto a las carreras voy más lenta, he logrado alcanzar 1,8 Km/h de velocidad punta y 20 minutos de duración en cinta empezando siempre flojito (a 0,8). No me pongo metas, poquito a poco cada día. Ya me han advertido que el proceso es muuuuuuuuuuyyyyyyyyy leeeeeeeeentooooooooooooooo.


2 NOVBE 2010

Cuando dejé el centro, hace menos de una semana, había logrado la velocidad punta de 2,2 Km/h y un tiempo máximo sin descanso de unos 25 minutos, de ellos unos 20 en la velocidad punta (se debe ir gradualmente). Ahora miro hacia atrás y me parece asombroso. Dudo si alquilar cinta andadora o comprar, se venden muchas de segunda mano, pero no he llegado a ver ninguna. Casi todas son de correr (hasta 16, 18 e incluso 20 Km/h desde la posición inicial de 0,8 Km/h)). No aspiro a tanto, no pienso competir, jamás lo he hecho ni lo haré (“No digas de esta agua no beberé”… mmmm…)
Me bastaría con recuperar una velocidad suficiente para que la persona que me acompaña no se tenga que estar parando a esperarme. Claro que eso depende también de la velocidad de la otra persona. Me da la sensación de que en Madrid todo el mundo va corriendo, hasta cuando no tiene prisa. O es que siempre tienen prisa (¿?). Menos mi hermana, que ni anda, ni corre, ni tiene prisa nunca, y pese a todo es lo más cercano a la perfección que conozco. Mi hermanita Margarita.
Finalmente he decidido de momento ni alquilar ni comprar cinta. Mientras siga haciendo este otoño, caminaré por el exterior que es una maravilla y, si el día es malo, practicaré subiendo y bajando las escaleras o pasilleando.

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