sábado, 18 de septiembre de 2010

53 años y una anécdota.

Ayer cumplí 53 años, rodeada de parte de la familia: la que está aquí, la que no está enferma, ni lejos, ni dolida. Bastantes, se les disfruta más así. Comida adornada de recuerdos hacia mi padre (aniversario también de su muerte) y mucha risoterapia, necesaria tanto o más que las lágrimas.



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Mi hermano me hizo desempolvar de mi "disco duro" una escena en el último psiquiatra que visitamos. Estaban mis hermanos despeserados porque no daban con un diagnóstico correcto conmigo y yo no era muy consciente. El psiquiatra, altivo, les miraba como si ellos pretendieran declararme inútil por algún interés nada honorable. Conociendo a mis hermanos, sería de carcajada de no ser por lo trágico.
Yo alternaba momentos de total lucidez con otros de un comportamiento inexplicable. De repente, estando en la consulta de Médico Altivo, quien suscribe -la enferma- cogió un pequeño adorno del escritorio de la consulta y se puso a jugar con él. Recuerdo que eran unas piezas metálicas, una pequeña escultura con una estilográfica o bolígrafo, no era en absoluto ningún juego. Yo, sin embargo, comencé a tratar de encajar unas piezas con otras, de forma compulsiva. En ese momento, Psiquiatra Elegante, desenfundó su pluma Mont-Blanc, trazó una diagonal bajo mi historial, lo cerró y dijo:

- Señores, este caso excede de mi competencia profesional. Vayan ustedes a un neurólogo.

De esta forma, comenzó el principio de la luz al final del túnel.

3 comentarios:

  1. Adu...y entonces qué hicieron? por tocar un objeto de decoración el psiquiatra tomó esa decisión? ...bueno, de todas maneras y obviando este "percance" que no logro entender...te deseo un felíz cumpleaños! un saludo desde el otro lado del mar.

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  2. Felicidades Guapitalinda!! Te llamé el viernes, sin saber lo de tu cumple... ¿¿telepatía??.
    Oye, y que hoy tengo un trancazo de narices (nunca mejor dicho) y encima no puedo tomar ná, así que a ver si se me pasa y esta semana vamos a verte, que ya hablé con la Huetona.
    Un besito grannnde-grannnde

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