miércoles, 13 de enero de 2010

Lluvia y frío, ¡of course!

Que por algo es invierno.
Todo el santo día llueve que te llueve y claro, no apetece nada, pero nada, salir.
Os voy a proponer una prueba:
Dejad en un sitio bien a la vista un papel arrugado, o cualquier otra cosa que os moleste especialmente. Cada vez que lo veáis, os rechinará, pero no lo recojáis. Al cabo de unos días, os habréis acostumbrado y ya no os molestará. A todo se acostumbra uno, incluso a la incertidumbre, que es lo peor que nos puede pasar. Aunque, si nos paramos a pensar, nadie sabe cuándo ni cómo va a morir, luego convivimos con naturalidad con esta gran incertidumbre, simplemente porque no pensamos en ello. Quizá el truco consiste en no pensar en ello.
En la radio, Pepa Fernández dirige una tertulia sobre “encrucijadas”, muy interesante.
Hay que ver lo que cunde el tiempo en un p-pueblo. Es que cunde más hasta en casa.

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