viernes, 3 de septiembre de 2010

Risas.

El dolor de cabeza, la inestabilidad, los mareos, acompañados de anemia y baja tensión se suceden a momentos de estabilidad y lucidez. Imposible programar. Anoche fue el peor momento de mi vida, por agotamiento.
Pero sobreviví y hoy me quedan las risas con V., ella siempre tan divertida.
Las carcajadas, como las lágrimas, son necesarias; seguramente más necesarias que las lágrimas y cuando van por dentro, no hacen daño, al contrario: ensanchan el alma.

1 comentario:

  1. ¡Ayayayayay, que no sabía nadaaaaaa! ¿Te acuerdas lo que hablamos antes de que volvieras a Zamora a recoger las cosas? Bueno, si no te acuerdas no hagas ningún esfuerzo que ya pasó ese tiempo.
    Mi niña presiosa, me alegro infinito que estés recuperándote y que a pesar de las circunstancias sigas teniendo ese sentido del humor tan tuyo. No necesito decirte, porque lo sabes de sobra, que estoy aquí para lo que quieras y que te quiero rajada y sin rajar tu linda cabecita, que seguro sigue llena de las cosas buenas de siempre. Y eso lo tengo que ver yo y bien prontito.
    Si todavía no tienes ganas de hablar no me llames, pero en cuanto las tengas quiero ser la primera en escucharte, ¿valeeeeeee, pendona?
    Tienes todo mi cariño y mi fuerza contigo.

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