lunes, 22 de marzo de 2010

Lunes 22

Pues eso: que estamos ya a lunes 22 de marzo, de un marzo irregular, ventoso y medio podrido y yo aquí dale que te pego con mis memorias para no volverme tarumba (más aún, quiero decir).
Estábamos con la preñez de mimomó. Voy a sonsacarle y sigo. Hasta ahora, chiquis.
Dice ella (mimomó) que fue un buen embarazo, que solo le daban yuyus cuando olía a gambas y que nací "normal" (es un decir) en comparación con mis hermanos, Jesús y Margarita. Como en todas las familias nacional-católicas de entonces, en mi casa les pusieron a mis hermanos los nombres de los popós, de popó y de momó. Podéis entreteneros en averiguar cuál es de cada cual. Como ya tenían "la parejita", ella con el nombre de mimomó y él, con el de mipopó, solo quedaba yo que NPI de qué nombre ponerme. Entonces dijo mipopó:
-¡Ya está! El de alguna de las abuelas: Encarna o Inés.
Mimomó tenía una relación absolutamente tormentosa con Inés, de forma que para escabullirse y que no se lo recordara toda la vida, le rebatió:
- No, no, mejor el de la madrina: Guadalupe.
Y así es como me pusieron este nombre, hermoso, al menos poco común.

2 comentarios:

  1. Guadalupe, muy de mi tierra.
    Pues yo si tuviese una hijita la llamaría Inés. Hace tiempo que lo pienso.
    A mi amiga le aconsejé "Lucía" que también es precioso, pero es que el padre de la criatura se apellida "Barriga", y claro, pues como que tampoco hay hacer sufrir a lo tonto.. leñe!

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  2. Vendrá abril y seguirás con un nombre poco corriente y bien hermoso.

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