En mi garaje reza un cartel manuscrito pegado con celo en la pared de lo que no parece una plaza, y dice "propiedad de Serafín Moya".
Mi cuñado y yo nos reíamos del cartelito en cuestión y ahora, cuando lo leo, le recuerdo (a mi cuñado Jesús). De modo que esta pequeña entrada quiere rendirle un homenaje, aunque sea igual de pequeño que el texto.
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