jueves, 30 de septiembre de 2010

29-S: huelga general.

Parece ser que hubo algún piquete en la Plaza de Castilla, en el intercambiador de autobuses, pero aquí dentro, en este Cole, apenas se notó la huelga. Nos dieron de comer como habitualmente. Yo animé a los que van en silla de ruedas a que se tiraran en masa a rodar pero nada, no me hicieron ni caso.
Recuerdo que escuché relatar, hace ya muchos años, cómo era la huelga “a la japonesa”: consiste en que los trabajadores se colocan una cinta amarilla en la cabeza y empiezan a producir a un ritmo mucho más veloz de lo acostumbrado. De esta forma, la producción aumenta y se produce stock de bienes con la consiguiente bajada de precios. No entro a valorar si es efectivo o no, yo nunca he creído en la precisión de la “ley de la oferta y la demanda” pero el sistema es, sin duda, original. La huelga, de producirse, debería ser más algo más artística, pienso yo.
En este caso razones para estar descontento sobran, da pena como cada vez nos parecemos más a lo que dejamos de ser e incluso nunca fuimos. Somos ahora un conjunto de pueblos llenos comercios cerrados y gente sin trabajo, solo abren bazares chinos… No quiero ser agorera (ya predije la crisis inmobiliaria cuando todo el mundo estaba en la inopia), entre otras cosas porque no soy vidente ni nada por el estilo, pero todo huele a que estamos en el principio del fin de esta civilización, del sistema liberal - capitalista, que ha sido tan alabado y tan criticado. Como ya he escrito, yo siempre fui muy escéptica.

martes, 28 de septiembre de 2010

Vidas complicadas y... ¡Flores!

Menuda sorpresa bonita la de hoy. Mi más joven amiga M.M. alias "Donce" me ha enviado un ramo de flores multicolor enorme, precioso... no me lo podia ni imaginar, de modo que sorpresa y de las gordas. Lástima de máquina de fotos que no tengo. Lo más gracioso es que ella misma está también "de baja" porque, al parecer, la niña que hay en su tripilla ya le da mucha guerra. Y más que te dará, bonita Donce, aunque sean otras guerras, más de guerrillas o de niños (nunca mejor dicho).

No dejo de alucinar con lo hasta arriba que estamos todo el mundo de complicaciones. Que si la póliza del seguro, que si la renovación de la baja, que si caduca el DNI, que si la suegra se rompe una cadera.... Todos son decires, pero miro a mi alrededor y no veo una sola alma que no esté enredada en la montaña de la burrocracia del vivir cada día que nos ha tocado y que apenas es vivir sino pelear con papeles. Otras guerras.
Al final siempre batallando... (¿ya lo dijo alguien?)

Y mañana huelga general. Creo que nos darán de comer, pero prometí contarlo y así lo haré.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Desorden ordenado.


Intentando retomar mi vida, a veces me desespero porque me fatigo en seguida. Lo mental va muchísimo más rápido que lo físico. En un buen aprendizaje para cultivar PACIENCIA, algo que siempre me ha faltado.
Ordenar es una buena gimnasia mental. Me viene a la memoria esta frase de Miguel, colega y antaño jefe mío, del que tantas cosas aprendí: “Todo es un asunto de carpetas”. Es una de las frases suyas que se me ha quedado grabada y que recuerdo a menudo cuando “ordeno”, ya sea papeles, ya sean los archivos del ordenador. A veces las cosas más obvias han estado ocultas a mis ojos.
Como todo en este mundo depende de con quien se compare. Siempre tuve fama de ser persona ordenada pero al lado de mi cuñado, o de mi hermana, o de mi colega JL de Béjar, soy “un desastre”. El maletero de mi coche está “recién ordenado” cuando el de mi cuñado está asqueroso. En fin, podríamos seguir hasta el infinito y no viene al caso.
También tengo amigos que son un verdadero desastre y no puedo estar o colaborar con ninguno de ellos más de cinco minutos porque me siento perdida en ese mare mágnum de cosas a diestro y siniestro.
Prefiero el orden, pero ser demasiado ordenado puede llegar a la intolerancia. También el desorden suele ir asociado a una mayor creatividad, lo que me encanta.
En resumen, que los fines de semana me toca “archivar papeles” que tiene poco de hermosura, pero me deja algo de sabor satisfactorio, no sé que será…

jueves, 23 de septiembre de 2010

El preso nº 9.

Es el título de una canción que cantaba Joan Baez. Ahora yo lo parezco, aunque no vayan a fusilarme (espero).
Qué complicación de vida la que tenemos. Una siente pudor de pedir favores, me acompañas a tal sitio, a tal otro, robar su tiempo, su dedicación, cuando sabemos la montaña de papeles que tenemos todis encima del escritorio... Ya le dije a mi hermano el día de mi cumpleaños: me has regalado tu tiempo, es el mejor regalo que me podéis hacer.
CONTINUARÁ...

domingo, 19 de septiembre de 2010

Insoportable levedad la del ser.


Tengo el vago recuerdo en mi memoria de que leí la novela de Milan Kundera "La insoportable levedad del ser" preguntándome dónde estaba la clave del título. Esto fue hace muchos, muchos años. Cuando al final, la pareja se mata en un accidente, el golpe se produce también en el lector. Así es la vida: de repente se acaba, de repente, sin avisar.

Los que hemos coqueteado con La Parca sabemos de su atracción fatal y también de la inutilidad de luchar si está decidida a llevarte con ella. Sin embargo, hay quienes aseguran que sólo mueres si, en el fondo, te dejas llevar. Somos terriblemente innecesarios, una mota de polvo en el Universo, fuimos y seremos la nada.
Sin embargo, yo ya no la deseo, necesito rematar unas cuantas cosas aún de este mundo, evitar el sufimiento a quienes me aman...

FRAGMENTO DE LA NOVELA CITADA:
(...)
En el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad. Ese es el motivo por el cual Nietzsche llamó a la idea del eterno retorno la carga más pesada. Pero si el eterno retorno es la carga más pesada, entonces nuestras vidas pueden aparecer, sobre ese telón de fondo, en toda su maravillosa levedad.
(...)

FOTO DE JESÚS CARDEÑOSA: Monte Ararat (Armenia).

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NOTA POSTERIOR (sábado, 6 de noviembre de 2010).
Estoy leyendo por segunda vez la famosa novela de Milan. La estoy disfrutando mucho más; apenas recordaba nada, salvo el trágico final.
Desde el principio, el autor hace un magnífico (por lo profundo y por lo breve) planteamiento filosófico: el "peso" de la existencia, versus su levedad.
Sin embargo, en seguida se mete de lleno en la trama de la historia, mezclando con una destreza nada habitual, las reflexiones con el relato. En su forma, la novela es una historia de amor, como otras tantas. En su fondo, en efecto, nos habla de la insoportable levedad del ser.
Había dejado de leer todo lo que no fuera en versión original porque me molestan mucho las malas traducciones. En este caso tengo que reconocer la estupenda labor del traductor, Fernando de Valenzuela. Toda labor de traductor es realmente una interpretación del original, no es algo mecánico como pudiera pensarse. Sobre esto hay un divertido pasaje de una novela de Javier Marías cuyo nombre no recuerdo, quizá "Todas las almas" (?).
Estoy feliz porque soy capaz de mantener la atención en una novela algo más larga.
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NOTA POSTERIOR. (Domingo 21 de noviembre de 2010).
Ayer acabé la re-lectura. Me ha fascinado. Me ha emocionado. Me ha sorprendido. ¡Puf! Estoy tan impactada como cuando descubrí "Cien años de soledad".
Está claro que de jovencita no capté la gama de matices: filosófico, político, erótico, psicológico... Tengo señaladas páginas para hacer comentarios más detenidos sobre el libro.
De momento, constato que la he leído en dos semanas. Hacía mucho tiempo que no lograba empezar una novela y acabarla.

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Hoy sábado 27 de noviembre, día invernal y solitario, voy pasando los párrafos más brillantes desde mi punto de vista.

(Capítulo III: Palabras incomprendidas)
MUJER: ser mujer era para Sabina un sino que no había elegido. Aquello que no ha sido elegido por nosotros no podemos considerarlo ni como un mérito ni como un fracaso. Sabina opina que hay que tener una relación correcta con el sino que nos ha caído en suerte. Rebelarse contra el hecho de haber nacido mujer le parece igual de necio que enorgullecerse de ello.


(Capítulo III: Palabras incomprendidas)
BELLEZA DE NUEVA YORK: anduvieron por Nueva York durante horas; a cada paso variaba el espectáculo como si fueran por una estrecha vereda de un paisaje montañoso arrebatador: en medio de la acera un joven se inclinaba y rezaba, a poca distancia de él dormitaba una negra hermosa, un hombre vestido con un traje negro atravesaba la calle dirigiendo con gestos ampulosos una orquesta invisible, el agua brotaba de una fuente y alrededor de ella almorzaban sentados unos obreros de la construcción. Las escaleras verdes trepaban por las fachadas de unas casas feas de ladrillos rojos, pero aquellas casas eran tan feas que que en realidad resultaban hermosas, junto a ellas había un gran rascacielos acristalado y, detrás de aquél, otro rascacielos en cuyo techo habían construido un pequeño palacio árabe con sus torrecillas, sus galerías y sus columnas doradas.
Sabina se acordó de sus cuadros: en ellos también se producían encuentros de cosas que no tenían nada que ver...



(Capítulo IV: El alma y el cuerpo)
8
¿Qué es la coquetería? Podría decirse que es un comportamiento que pretende poner en conocimiento de otra persona que un acercamiento sexual es posible, de tal modo que esta posibilidad no aparezca nunca como seguridad. Dicho de otro modo: la coquetería es una promesa de coito sin garantía.

Tomás siempre ha intentado convencerla de que el amor y la sexualidad son cosas distintas. Nunca quiso entenderlo.



(Capítulo V: La levedad y el peso)
12

Su aventura con Teresa había empezado precisamente en el mismo punto en que terminaban las aventuras con otras mujeres... A Teresa la recibió descubierta... Antes de que tuviera tiempo de preguntarse cómo sería cuando hiciera el amor con ella, ya le estaba haciendo el amor.
La historia de amor empezó después: le dio fiebre y él no pudo mandarla a su casa como a otras mujeres. Se arrodilló junto a su cama y se le ocurrió que alguien se la había enviado río abajo en un cesto. Ya dije que las metáforas son peligrosas. El amor empieza por una metáfora. Dicho de otro modo: el amor empieza en el momento en que una mujer inscribe su primera palabra en nuestra memoria poética.



(Capítulo VI: La gran marcha)
5

Si hasta hace poco la palabra mierda se reemplazaba en los libros por puntos suspensivos, no era por motivos morales... El desacuerdo con la mierda es metafísico. El momento de la defecación es una demostración cotidiana de lo inaceptable de la Creación. Una de dos: o la mierda es inaceptable (¡y entonces no cerremos la puerta del water), o hemos sido creados de un modo inaceptable.
De eso se desprende que el ideal estético del acuerdo categórico con el ser es un mundo en el que la mierda es negada y todos se comportan como si no existiese. Este ideal estético se llama”KITSCH”.
Es una palabra alemana que nació en medio del sentimental siglo diecinueve y se extendió después a todos los idiomas. Pero la frecuencia del uso dejó borroso su original sentido metafísico, es decir: el kitsch es la negación absoluta de la mierda; en sentido literal y figurado: el kitsch elimina de su punto de vista todo lo que en la existencia humana es esencialmente inaceptable.


(Capítulo VI: La gran marcha)
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TODO COMPLETO SIN DESPERDICIO

… Los polos de la existencia humana acercándose hasta tocarse, sin diferencia ya entre lo elevado y lo bajo, entre el ángel y la mosca, entre Dios y la mierda...

(Capítulo VI: La gran marcha)
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Todos necesitamos que alguien nos mire…
La primera categoría anhela la mirada de una cantidad infinita de ojos anónimos...
La segunda categoría la forman los que necesitan para vivir la mirada de muchos ojos conocidos. Estos son los incansables organizadores de cócteles y cenas...
Luego está la tercera categoría, los que necesitan de la mirada de la persona amada. Su situación es igual de peligrosa que los de la primera categoría...
Y hay también una cuarta categoría, la más preciada, la de quienes viven bajo la mirada imaginaria de personas ausentes. Son los soñadores..
.

(Capítulo VII: La sonrisa de Karenin).
3
Karenin parió dos panecillos y una abeja... Fue un sueño que tuvo Teresa... aquel sueño transformaba la enfermedad de Karenin en un embarazo y el drama del parto en un resultado a la vez ridículo y tierno: dos panecillos y una abeja.
...
Tomás se dio cuenta de lo afectada que estaba Teresa...
… simulaba querer pelear por el panecillo. En ese momento el perro le respondió a su amo con un gruñido. ¡Por fin! ¡Cuánto habían tenido que esperar! ¡Karenin tiene ganas de jugar! ¡Karenin aún tiene ganas de vivir!

...Volvieron a mirarlo y a pensar que Karenin reía y que mientras riera seguiría teniendo un motivo para vivir, aunque estuviera condenado a muerte...

Al cabo de un rato, como si se hubiera compadecido de ellos, se les acercó saltando sobre tres patas y dejó que le pusieran el collar...
… Tomás entró de puntillas en la habitación en la que estaba Karenin. Pero ella no quería dejarlo a solas con él. Los dos se agacharon hacia él, cada uno a su lado. En aquel movimiento conjunto no había reconciliación. Por el contrario. Cada uno de ellos estaba solo. Teresa con su perro, Tomás con su perro.
Temo que se queden con él, así, separados, cada uno solo, hasta el último momento.(Capítulo VII: La sonrisa de Karenin).


4

¿Por qué es tan importante para Teresa la palabra idilio?...
… podríamos decir que un idilio es la imagen que nos ha quedado como recuerdo del Paraíso... se movía en círculo entre cosas conocidas. Su uniformidad no era un aburrimiento, sino un motivo de felicidad.

… Adán, en el Paraíso, cuando se inclinaba sobre una fuente, aún no sabía que aquello que veía era él mismo. No habría comprendido a Teresa cuando, de niña, se ponía ante el espejo y trataba de ver su alma a través de su cuerpo. Adán era como Karenin. Teresa se divertía con frecuencia poniéndolo frente al espejo. No reconocía su imagen y se comportaba con increíble desinterés y distracción.
La comparación entre Karenin y Adán me lleva a pensar que en el Paraíso el hombre aún no era hombre... la nostalgia del Paraíso es el deseo del hombre de no ser hombre.
… La respuesta me parece sencilla: el perro no ha sido expulsado nunca del Praíso. Karenin no sabe nada de la dualidad entre el cuerpo y el alma y no sabe qué es el asco. Por eso teresa se siente tan a gusto y serena con él.

De la confusa mezcla de estas ocurrencias, crece ante Teresa una idea blasfema de la que no puede librar: el amor que la une a Karenin es mejor que el que existe entre ella y Tomás. Mejor, no mayor.
...
Es un amor desinteresado: Teresa no quiere nada de Karenin. Ni siquiera le pide amor.
..
Y algo más: Teresa aceptó a Karenin tal como era, no pretendía transformarlo...
Y luego: el amor hacia el perro es voluntario, nadie la fuerza a él.




Párrafos transcritos de “La insoportable levedad del ser”,
por Milan Kundera, 10 ª edición febrero de 1992.

sábado, 18 de septiembre de 2010

53 años y una anécdota.

Ayer cumplí 53 años, rodeada de parte de la familia: la que está aquí, la que no está enferma, ni lejos, ni dolida. Bastantes, se les disfruta más así. Comida adornada de recuerdos hacia mi padre (aniversario también de su muerte) y mucha risoterapia, necesaria tanto o más que las lágrimas.



Contador gratis

Mi hermano me hizo desempolvar de mi "disco duro" una escena en el último psiquiatra que visitamos. Estaban mis hermanos despeserados porque no daban con un diagnóstico correcto conmigo y yo no era muy consciente. El psiquiatra, altivo, les miraba como si ellos pretendieran declararme inútil por algún interés nada honorable. Conociendo a mis hermanos, sería de carcajada de no ser por lo trágico.
Yo alternaba momentos de total lucidez con otros de un comportamiento inexplicable. De repente, estando en la consulta de Médico Altivo, quien suscribe -la enferma- cogió un pequeño adorno del escritorio de la consulta y se puso a jugar con él. Recuerdo que eran unas piezas metálicas, una pequeña escultura con una estilográfica o bolígrafo, no era en absoluto ningún juego. Yo, sin embargo, comencé a tratar de encajar unas piezas con otras, de forma compulsiva. En ese momento, Psiquiatra Elegante, desenfundó su pluma Mont-Blanc, trazó una diagonal bajo mi historial, lo cerró y dijo:

- Señores, este caso excede de mi competencia profesional. Vayan ustedes a un neurólogo.

De esta forma, comenzó el principio de la luz al final del túnel.

martes, 14 de septiembre de 2010

Historia de Marie


ILUSTRACIÓN: Dibujo de Luis Felipe Comendador Sánchez.

Hoy me atreví por primera vez a salir sola. Aunque fue solo hasta la clínica de al lado, compré una revista y tomé un café. Eso supone para mí un logro inmenso, porque voy ganando libertad.

Y ahora voy con el relato del relato: el nacimiento de Marie. Tenía muchas ganas de contarlo, desde que lo parí.

http://adu-literatura-varios.blogspot.com/2009/02/apres-la-pluie.html

Reté a Sinda, profesora de Francés a quien solo conozco virtualmente, a que me dijera un refrán y con él, le dedicaría un relato. Así, ella escogió "Aprés la pluie, le beau temps" -quizá su equivalente en Español sería "nunca llovió que no escampara" (?)-.
Tenía yo que enfrentarme a un hermoso reto que era dedicarle algo a una señora que siempre había sido amable conmigo pero a quien solo conozco virtualmente a través de nuestro común amigo Luis Felipe.
Estuve varios días dándole vueltas (esperando al autobus, mientras paseaba a mi perro...) y busqué elementos comunes o sensibles para ambas. Encontré la mina en este dibujo que nos unía a los tres. A Luis Felipe, porque es su autor; a mí, porque me lo regaló y a Sinda, porque resultó finalista y adjudicataria de un librito que se subastó, cuyos beneficios iban destinados a la ONG "SBQ", en la que yo también estaba involucrada, a través de mis amigos LFCS y JLRA.

http://sbqsolidario.blogspot.com/

Recordé el día que mirábamos Luis Felipe yo ese librillo con reproducciones de sus dibujos y como, al llegar a la de “Marie” (aún sin bautizar), yo la señalé y dije con sorpresa:
- Espera un momento: ¿te has dado cuenta de que no tiene nariz?
- ¿Y porqué tiene que tenerla? – me contestó él.
- No, yo no digo que “tenga” que tenerla. Simplemente que observando su cara, que me parece muy dulce, me di cuenta de ese detalle.

Empezaron por esos días (no más de dos ó tres) a sucederse en mi memoria una cadena de coincidencias, o de datos hilvanados que yo tenía que coser: el dibujo de Luis Felipe, nariz, Pinocho, la pluie (lluvia en Francés ).
Recordé el relato de “La Metamorfosis” de Kafka, leído en mi juventud y que me impresionó mucho… Poco a poco la historia fue saliendo...
Cuando por fin me dispuse a escribirla la ubiqué en Ginebra (*), utilicé la palabra Hoponopono -aprendida de la Dra. Rengel, mi entonces sanadora- como otra cadena o recurso literario (¿?)- … Fue un vértigo delicioso. Disfruté de la creación como pocas veces lo he hecho con tanta intensidad.
No se puede comprender bien la historia sin el dibujo, y aún conociendo a Marie, el relato queda lo suficientemente sugerente, abierto, interpretable… Así me gusta y me gustaba entonces. Por cierto: el nombre, Marie, surgió desde algún rincón de mi subconsciente, no tengo una explicación para ello.

Luego el relato fue retocado, en su forma que no en su fondo, perfeccionado (no lo puedo evitar: soy perfeccionista) y el resultado está ahí. Ya no lo retoco.
La dedicatoria sí que ha sufrido metamorfosis, en aras de aclarar, que no de cambiarla. Y después de esta historia de la historia, creo que ya me he quedado tranquila. Me sigue gustando tiempo transcurrido. Me gusta que me guste. Sé que hay cosas mejores, pero es de lo mejor que yo he escrito y sobre todo: desde entonces sé que haciendo gimnasia mental y con estímulos, la “cosa” sale.

(*) Ginebra, porque guardaba un gratísimo recuerdo de mi viaje a Suiza y porque está muy cerca de Italia, patria de Pinocho (hubiera sido mejor buscar otra ciudad italiana, donde se desarrolla el cuento, esto fue un fallo que me perdono).

lunes, 13 de septiembre de 2010

Dependencia: anti-libertad.



FOTO: Faro del muelle de la entrada de la Ría de Aveiro (Portugal), visto en un sueño o en estado de embriaguez desde la Playa de Barra. ADU, Otoño de 2007.

Depender de alguien para lo que sea siempre me resultó un estorbo. Ahora que apenas puedo hacer ninguna gestión si no es acompañada me abruma, no solo por haber sido siempre muy independiente, sino también porque sé lo hasta arriba que está todo el mundo de cosas, de problemas, de líos (la burocracia crece y crece como los niños), y me duele robarles su tiempo.
En fin, reconozco que no me puedo quejar porque estoy viva y porque camino sola, escribo, leo y me alimento sin ayuda.
Comprendo, y compadezco a la vez, a los “minusválidos”. Entiendo su mal humor e incluso he empezado a comprender el despotismo de algunos. Ya sabemos que es cosa de carácter y nadie sabemos nuestra reacción caso de “tocarnos la china” (yo la he tenido peligrosamente cerca), y ahora veo en cine realista y 3D numerosos ejemplos. Aún así, observando la variedad, tiene que ser durísimo, para los que lo padecen y para sus seres queridos.
Es como estar en una cárcel donde la celda es tu propio cuerpo.
Además de viejecillas, ancianitos, y varias versiones de lesionados cerebrales, en este “cole” los hay que dependen de alguien hasta para hacer las necesidades más íntimas.
Recuerdo la película “Mar adentro” donde Amenábar recreó la vida de un caso real, la de Ramón Sampedro, creo que se llamaba. Menos mal que un juez se apiadó de la mujer que le ayudó a morir.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Dios, que todo lo puede.



He tomado la trascendental decisión de hacerme creyente porque he comprobado que es un chollo. Aún no he decidido el club (católico, protestante, mahometano…, no sé).
Razones científicas como las vías de Santo Tomás:
- Si te pasa algo malo, es por tu salvación.
- Dios te pone a prueba para salvarte.
- Será que Dios lo quiere.
- Si crees en Él, te salvarás.
- Si rezas mucho, el Paraíso será tuyo, no importa lo que peques.
- Cuando te mueras, Le verás a Él, que es mucho mejor que esta vida (un valle de lágrimas al fin y al cabo). La muerte es por tanto la Puerta al Mundo Mejor.
Y sobre todo:
- Él te ama, seas como seas.
Me lo dijo Santa Ana el otro día, la hermana del cura que daba misas por mí en una aldea perdida gallega.
De modo que voy a estudiar analogías y diferencias a ver por cual me decido. La que más a mano está es la tradicional católica y así me bautizaron, pero últimamente está muy mal vista. Ya veremos.

Hoy estoy algo más animada, ayer día de solitario y jaqueca. Progreso aceptablemente en lo mental -no voy a tener lo que nunca tuve- pero muy despacio en lo físico, camino muy despacito y aguanto muy poco. Puedo competir con caracoles y tortugas. Menos mal que nunca me interesó la competición deportiva.

FOTO DE JC: Armenia, interior de iglesia de culto mayoritario católico primitivo.

viernes, 10 de septiembre de 2010

La guardería.

FOTO DE JC en un mercadillo de Armenia.


En el centro de rehabilitación donde estoy, todos son ancianos o impedidos en sillas de ruedas. Por tanto, yo soy "la reina".

En el gimnasio hoy, dos viejecitas casi se pegan:
- Mala, más que mala -le decía Una a Otra-. Te cuento un secreto y se lo vas diciendo a todo el mundo.
- Guarra, que eres una guarra...
Me recordaba al jardín de infancia del colegio de monjas...

Otra solo sabía decir "sí", "no" y "pero" y está muy contenta porque la logopeda le ha enseñado a decir también "hola" y anda todo el día saludando.
Otro solo sabe decir "pero bueeeno" y no es tan mayor pero sí un poco petardo.
Lo más chachi es el personal currelito. Les he preguntado si el día de la huelga nos van a dejar sin comer y me han respondido que siempre hay servicios mínimos. Prometo reportaje.

Lo bueno de esta calidad media de colegas es que aunque un hombre te mire con ojos golositos, sabes que no se atreverá porque le puedes, ¿o esto es así siempre? (en senido figurado). Alguno ya me ha tirado los tejos.
Lo malo es que para el que te mira con ojos golositos, tú serías su enfermera. Y una no está para cuidar, sino más bien para que la cuiden.

Es lo que hay.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

¿Por qué escribo?


Recopilo y ordeno mis escritos desde el año 2005 al 2010, casi todos pre-recopilados en mi otro blog. Me gusta leerlos, ver cómo he ido cambiando, tanto en la temática como en la forma. Honestamente y sin tapujos, la calidad es decente. El blog se fue haciendo sin una meta muy clara salvo la de unir un conjunto antes disperso.

Esta vez sin embargo, tengo un objetivo muy claro, sobre todo en la segunda parte. Escribo para mí, para contar lo que pasé y lo que estoy pasando, para ver mi evolución y que no se me olvide, y no por que sea mala: todo lo contrario, creo que he tenido mucha suerte. Abro mi blog a comentarios ajenos porque siempre, creo, estuve abierta a otras opiniones y puse el contador para estimar el número de gente que entra (que no todas lo leen). Por ahora unas cinco personas diarias caen aquí.
Además de este objetivo, también escribo como ejercicio, como mantenimiento, porque de creatividad aún ando baja. Ganas haylas, pero no sale mucho.
El progreso general del post-operatorio es bueno, salvo caminar que aún lo hago muy despacio.

Transcribo un texto "colgado" a mi anterior blog, redactado el 30 de octubre de 2005, en el taller literario de la Casa de las Conchas:

¿Porqué escribo?
Si no lo hiciera me mordería las uñas, comería pipas o me chascaría los nudillos.
Las letras que se deslizan al compás de mis dedos me alejan del abismo y espantan mis fantasmas. Las palabras juegan y se enlazan bajo mi voluntad, a veces con voluntad propia, me redimen del vacío, de la estupidez.
Si no escribiera, mis días serían eternos e infinito el espacio que me rodea. La Tierra seguiría girando, pero yo agonizaría.

En la escritura he encontrado una razón para vivir. Escribo, en fin, para no morir.


FOTO DE J.C. Jóvenes bailando folclore en una plaza de Yerevan (capital de Armenia).

lunes, 6 de septiembre de 2010

NEUROLOGÍA , contador de visitas.

Los quistes cerebrales, como no pueden crecer hacia fuera debido al hueso craneal, lo hacen hacia dentro, a costa de la masa encefálica, aplastándola. De este modo, quedan afectadas las partes cuya terminación nerviosa está por esa zona. Como en mi caso, al ser "tumor frontal bilateral implantado en la hoz", afecta a las áreas del comportamiento y estado de ánimo. De ahí que los psiquiatras me diagnosticaran "depresión" (lo cual no era del todo falso, pero tampoco cierto, al menos en los últimos meses). Lo que no deja de sorprender es que a ninguno se le ocurriera prescribir una prueba tipo tac (ecografía) o RM (resonancia magnética), ya que -según el neurocirujano que me operó- el quiste llevaba formándose años, tal vez veinte.
Hasta que la masa encefálica se expande, recuperando el hueco que ha dejado el tumor extirpado, pasa un tiempo. Meses, según me han dicho. De algunos síntomas me recuperé a los dos días, de otros voy más despacio. No hay prisa: vacaciones en el centro de rehabilitación.

http://es.wikipedia.org/wiki/Meningioma

Agraderé opiniones de entendidos en la materia, aunque tampoco me quiero obsesionar.



Contador gratis

domingo, 5 de septiembre de 2010

Visitas, cicatrices, la vida sigue...


Ayer vino a visitarme un amigo con infinitas fotos de Armenia y descubrió en micabeza una calva que parece una zanja (por la forma) que no logro llegar a ver. No obstante la fotografíamos e intentaré "subirla" al portátil.
La visita fue corta pero muy necesaria porque este chico, que ya no es nada chico, es optimista y natural como me gusta la gente a mí. Además reapareció en escena Isabel. No siempre me apetece ver a gente porque hay veces en que no estoy para nadie (ni para mí misma) pero si estoy descansada, lo agradezco.

FOTO DE JESÚS CARDEÑOSA: Monte Ararat, símbolo de Armenia, de algo más de 5.000 metros de altitud y el único en el mundo que se puede divisar en toda su altura. http://es.wikipedia.org/wiki/Monte_Ararat

viernes, 3 de septiembre de 2010

Risas.

El dolor de cabeza, la inestabilidad, los mareos, acompañados de anemia y baja tensión se suceden a momentos de estabilidad y lucidez. Imposible programar. Anoche fue el peor momento de mi vida, por agotamiento.
Pero sobreviví y hoy me quedan las risas con V., ella siempre tan divertida.
Las carcajadas, como las lágrimas, son necesarias; seguramente más necesarias que las lágrimas y cuando van por dentro, no hacen daño, al contrario: ensanchan el alma.